'Sentir para ver', una exposición pensada para personas con discapacidad
olgmar@eltiempo.com.co - Noviembre 29 de 2008
La muestra tiene 16 réplicas de esculturas del Museo del Louvre, de París, y 33 originales y 16 copias de colecciones de museos del país. Es una apuesta del Museo Nacional, pensando en la inclusión.

"¿Quién dijo que quienes estamos en condición de discapacidad no somos consumidores de cultura, centros comerciales, 'pintas' y accesorios?", dice Sonia Verswyvel.

Pero para ella, que quedó inválida en el atentado al Club el Nogal, en el 2003, consumir cultura -entre otras muchas cosas- se volvió un problema. "Ir a museos y exposiciones, con mayor razón. Estos sitios nunca pensaron en nosotros".

Dedicada al tema de concienciar sobre la necesidad de facilitarles la vida a las personas con discapacidad, se ha vuelto experta y asesora. Y fue una de las consultadas por el Museo Nacional para su Plan Piloto de Accesibilidad, que dio como resultado el montaje de la exposición Sentir para ver.

A Sentir para ver -y al resto del Museo- pueden ir personas en silla de ruedas, ciegas, sordas, sordomudas y de baja estatura, que encontrarán todo tipo de ayudas: desde un video en lenguaje de señas hasta mensajes en braille, pasando por apoyos para que los de menor estatura puedan subirse y apreciar el arte.

Cuando la llamaron del Museo para que hiciera parte del equipo interdisciplinario que iba a adecuar el lugar para el servicio de las personas con discapacidad -conformado por empresas que hicieron los letreros en braille, expertos en lenguaje de señas y videos, guías y personal del Museo-, Verswyvel sintió optimismo.

Llevó, además, su manual Una ciudad para todos, con las normas que deben tener los lugares públicos para las personas en silla de ruedas. Allí encontró que no había rampa de acceso -que se va a construir- pero sí una puerta lateral para entrar y salir.

Para la exposición, Verswyvel y el equipo pidieron espacio. Y se lo dieron. "Uno va en su silla y puede moverse libremente. Además, puedo tocar las obras y acercarme a la información sin ningún tipo de barreras", dice.

Así, esta bogotana dejó de ser una clienta de tercera de la ciudad y pasó al apartado de 'distinguida clientela' que hay en muy pocos sitios.

Por otra parte, las ayudas físicas y audiovisuales fueron hechas por la empresa Estrategia Social.

Germán Roa, de esta compañía, cuenta que se encargaron de la consultoría sobre el proceso de recorrido, así como de los videos en señas y las fichas técnicas de las obras, "que se hicieron en dos tipos: braille y macro (letra grande), para los que tienen poca visión", dice.

Roa conoce el lenguaje de las señas. Es su segunda lengua. "El guion del recorrido se lo pasé a una persona para quien es su primera lengua. Lo acomodó en un orden distinto para darle un manejo más claro y gestual".

Lo importante del video, según Roa, es que en el recorrido a la gente le quedara claro que, por ejemplo, no se puede perder la Venus de Milo.

En cuanto a las fichas, pusieron datos básicos: autor, nombre de la obra y tamaño.

Para Roa, la transformación del Museo Nacional -que ha ampliado puertas y seguirá con su inclusión- es un primer paso muy grande. Es darles un trato de primera a las personas en condición de discapacidad.

16 réplicas de esculturas llegaron del Museo del Louvre, que tiene un proyecto para personas en condición de discapacidad. También hay 33 originales y 16 copias de colecciones locales.
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